Ser una buena mujer
Ser una buena mujer no es un rol que se actúa, es una verdad que se encarna. No se trata de cumplir expectativas externas, sino de honrar quién eres desde adentro. Es tener carácter, principios y saber quién eres, aunque nadie lo aplauda. Es hablar con firmeza, caminar con propósito y actuar con coherencia. Es cuidarse, no para agradar, sino porque se respeta. No necesita exhibirse para brillar, porque su luz viene de adentro. No busca atención, busca evolución. No impresiona, impacta. Y aunque el mundo gire rápido, ella no se traiciona para pertenecer.
5/23/20251 min read

