Dios sobre mí

Dios ha sido mi cuidado, mi guía, mi fuerza. Me ha levantado cuando ni yo sabía cómo hacerlo. Me ha protegido de lo que no entendía y me ha apartado de caminos que yo, por amor o necedad, no hubiera soltado sola. Me ha mostrado que su amor no es teoría, es sustento. Es esa mano invisible que sostiene cuando todo tambalea. Es consuelo cuando el alma se rompe en pedazos. Es dirección cuando el mundo se vuelve ruido. Es presencia, incluso en los silencios más largos. Dios quitó a personas que no debían quedarse, cerró puertas que yo rogaba que se quedaran abiertas y me enseñó que todo lo que viene de Él no arrastra, no humilla, no confunde… sana. Hoy sé que no caminé sola. Que su misericordia fue escudo, y su amor, ese refugio eterno que siempre esperó mi regreso. Gracias, Dios, por no soltarme, incluso cuando yo lo hice

5/23/20251 min read

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